Indefensión aprendida – Ansiedad ante el desempeño musical

*Tras mucho esfuerzo y dedicación, Sandra se graduó con honores de su maestría en oboe. “Gran intérprete, segura y muy expresiva” es como sus maestros y compañeros la describían. Sandra se sentía competente en el oboe y no recordaba haber experimentado ansiedad ante el desempeño musical ni siquiera en situaciones de gran estrés como sus recitales de grado. 

Sandra empezó a presentarse en audiciones para orquestas nacionales e internacionales. No obstante, a pesar de sus varios intentos, no lograba asegurar una posición. Los procesos de selección eran muy demandantes. Para empezar, en cada audición debía competir contra otros 30 oboístas. Separados por una barrera visual (una práctica común para evitar sesgos visuales por parte del jurado), tenía que impresionar a jurados tocando entre 5 a 10 minutos sin recibir ningún tipo de retroalimentación. 

Eventualmente, la constante negativa en las audiciones la afectó. A diferencia de antes, se sentía preocupada en cuanto el día de la próxima audición se aproximaba y pensaba que sería un nuevo fracaso. Empezó a sentir sequedad bucal, algo particularmente problemático para un oboísta. Con el tiempo, tuvo sentimientos de desesperanza y depresión. En suma, su auto-eficacia y motivación para prepararse diligentemente disminuyeron. “¿Para qué prepararme tanto si igual me van a decir que no?” – llegó a preguntarse. Curiosamente, estas emociones que le generaban sensaciones desagradables solo se presentaban en audiciones y no en otros contextos musicales.

Indefensión aprendida

Podría comentar varios elementos a partir de este caso. Pero me quiero concentrar en la pregunta que Sandra se hace: ¿para qué prepararme tanto si igual me van a decir que no? En psicología hay algo que llamamos indefensión aprendida y que puede explicar el origen de esta pregunta. 

Cuando alguien se ve expuesto continuamente a una fuente de estrés y por más que intenta no puede controlar la situación, es posible que deje de intentar soluciones a futuro. La indefensión aprendida incluye al menos dos elementos claves: la primera es una pérdida de motivación para afrontar retos futuros porque no vemos cómo nuestras acciones afectan las circunstancias; la segunda es subestimar nuestra capacidad de adaptarnos incluso cuando obtenemos un resultado deseado (por ejemplo, atribuyendo un resultado positivo a la suerte: “por suerte hoy toqué bien”. Aquí no se reconoce el mérito personal y se atribuye el éxito a algo incontrolable como la suerte). 

Los invito a ver este video donde se demuestra el concepto y su efecto en un grupo de estudiantes: link.

La indefensión aprendida y la retroalimentación

Sentir que podemos hacerle frente a un reto es esencial para prevenir la indefensión aprendida. Una manera de desarrollar esta confianza es a través de una retroalimentación adecuada. Algunas veces nos juzgan y otras juzgamos. Estas evaluaciones pueden darse en exámenes de ciclo, clases individuales, audiciones, practicando, escuchándose a uno mismo, etc. Dado que estamos expuestos a una evaluación constante, resulta importante tener en cuenta algunas pautas para brindar una retroalimentación adecuada. Esto es, una que facilite nuestro aprendizaje y cuide de nuestra salud mental. A continuación, sugiero unas pautas de cómo es una retroalimentación positiva. 
  • Subrayar claramente las fortalezas de cada estudiante o de uno mismo: Por ejemplo, “creo que tienes un entendimiento maduro de esta pieza”, “tu rango dinámico me ha emocionado”, “logras distinguir las diferentes voces en estas secciones contrapuntísticas”, “es la primera vez que logro tocar la pieza de inicio a fin de manera seguida”, etc.
  • Centrarse en acciones y no en calificaciones personales: Por ejemplo, si hay algún problema rítmico, podría comunicarse diciendo “noto que el ritmo es un poco inconsistente en esta sección”; en lugar de decir “no controlas el ritmo”. También, en lugar de decir “esta sección es fácil, no te compliques”, sugerir “creo escuchar qué quieres lograr. Podrías obtener ese resultado con menor esfuerzo si pruebas esto”.
  • Brindar alternativas de solución claras: Siguiendo con el ejemplo del ritmo, podemos sugerir “para solucionar este problema, ¿por qué no intentas marcar el pulso en corcheas en lugar de negras?”.
  • Celebrar los logros: Recuerden aquellas oportunidades en las que lograron con éxito las metas musicales que se propusieron. Estas oportunidades son un recordatorio de que uno tiene la capacidad de cumplir satisfactoriamente con su deber. Puede ser algo tan “pequeño” como lograr tocar con musicalidad una escala en una pieza, como algo más demandante como ofrecer un recital con gran entrega a pesar de uno que otro error en el camino. Como músicos, solemos prestar atención a lo que podría ser mejor, pero es menos frecuente observar y apreciar aquellas pequeñas, medianas o grandes victorias.
  • Pregúntense a sí mismos: Por último, los invito a recordar alguna oportunidad en la que recibieron o dieron retroalimentación. ¿Qué funcionó bien? ¿Hubo algo que los hizo sentir mal? ¿Qué cambiarían en una retroalimentación futura para nutrir la autoconfianza de uno mismo o de sus estudiantes? Si tienen el poder de decisión, ¿cómo prevendrían el desarrollo de indefensión aprendida en otros músicos?

Agradecimiento

Gracias a Oriele Montezuma, quien fue mi profesora de Psicología del Aprendizaje allá por el 2009, por sus valiosas recomendaciones en la elaboración de este texto. Sus comentarios me ayudaron a mejorar el contenido que comparto con ustedes. Lo que aprendí de ella, aún me acompaña.

*Caso basado en Kenny (2010). 

Fuentes

American Psychological Association. (n.d.). Learned helplessness. In APA dictionary of psychology. Recuperado en Abril 10, 2020, de https://dictionary.apa.org/learned-helplessness

Buendesenladrillador. (2021, Abril 10). Indefensión aprendida (subtitulado) [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=OtB6RTJVqPM

Kenny, D. T. (2010). The role of negative emotions in performance anxiety. En P. N. Juslin & J. A. Sloboda (Eds.), Handbook of music and emotion: Theory, research, and applications, pp. 425-452. UK: Oxford University Press.

Comentarios

  1. Muchas gracias por tu artículo. Llevo muchos años guiando niños y jóvenes en hacer del piano su pasión. Siempre me sigo preguntando si mis retros son alentadoras. Tus ideas me afianzaron en los buenos caminos y despertaron muchas más preguntas en mí. Gracias de verdad, y continúa alimentándonos con tus experiencias.
    Pilar Zúñiga

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    1. Estimada Pilar,
      Muchas gracias por tu comentario y buenos deseos. Me da mucho gusto que mi trabajo tenga utilidad para ustedes. Esa es mi misión:)
      Saludos,
      Álvaro

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