Arcángelo Corelli (1653-1713): Una tempestad barroca (Parte 2)


Esta segunda entrada completa la reseña biográfica-musical del gran compositor barroco, Arcángelo Corelli. En esta ocasión, el foco de atención se vuelca sobre su producción y legado musical. 


Influencia y legado musical


Como se mencionó en la introducción, Corelli compuso exclusivamente para conjuntos instrumentales, siendo el primer compositor en ser reconocido internacionalmente por estos trabajos. Su música fue ampliamente circulada durante su tiempo de vida y hasta 100 años después de su muerte gracias a la proliferación de la impresión de literatura musical. A pesar de que ya no sea un compositor interpretado recurrentemente en las salas de concierto, su influencia histórica fue invalorable para el desarrollo de la música occidental: estandarizó géneros, prácticas, promovió la importancia de la música instrumental y fue fuente de inspiración y aprendizaje para venideras generaciones de compositores.

Resulta interesante señalar que el legado y relevancia de la obra de Corelli no se basó en una extensa producción a comparación con otros compositores barrocos tales como J. S. Bach. En total, produjo 72 piezas comprendidas en seis opus, de acuerdo al Nuevo Diccionario Grove de la Música y Músicos (Sadie, 1980). A continuación se presenta la lista junto con un enlace a cada obra (ya sea un número o al opus completo):


Tal y como los compositores de la alta Edad Media y el Renacimiento creaban obras tanto para un uso religioso como profano, Corelli también dejó un legado alineado con esta tradición con dos géneros: sonata da Chiesa (Sonata de iglesia) y sonata (o concerto) da camera. De un lado, las sonatas de iglesia, perfeccionadas por Corelli, podían constituirse por un solo violín y un continuo, dos violines y continuo o con el respaldo de una agrupación instrumental. Este último tipo de pieza posteriormente recibiría el nombre de concerti grossi. Estas sonatas solían componerse en cuatro movimientos: lento, rápido, lento, rápido; siendo el primer movimiento rápido el más elaborado de los estilos fugales (Taruskin, Vol. II, 2010).

De otro lado, las sonatas de cámara eran interpretadas en los salones aristocráticos. Las sonatas fueron adaptadas por Corelli de las suites de danza y contenían cuatro movimientos: un preludio y tres danzas. Corelli compuso equitativamente para cada género, pues los opp. 1 y 3 son sonatas de iglesia y los opp. 2 y 4 son sonatas de cámara; es decir, 24 sonatas para cada género.

Resulta interesante citar dos ejemplos originales de Taruskin (Vol. II, 2010) en los que nos presenta las yuxtaposiciones en el estilo de Corelli tanto para la sonata de iglesia como para la sonata de cámara. A pesar de los usos diferenciados de estas sonatas, el carácter, textura y hasta la forma se tornan muy similares, particularmente en el movimiento rápido del op. 3, no. 11; y el op. 4, no. 2. Ambas piezas están en sol menor, son de textura polifónica, de forma binaria y de un mismo carácter vivo y enérgico.



Quizá el aporte más valioso de Corelli y aquel que demostró tener mayor repercusión en el desarrollo futuro de la música estuvo vinculado al concepto de “círculo de quintas”, el cual se desarrolló durante su tiempo de vida. Él logró poner en exitosa práctica esta nueva idea, concretizando el uso de la armonía tonal para crear la sensación de un “hogar” (tónica) y un viaje (dominante). Taruskin (Vol. II, 2010) señala al segundo movimiento del op. 3, no. 11 como un ejemplo del uso del círculo de quintas en la composición:




Aquí se incluye un extracto de los primeros compases del movimiento, analizado para fines del presente ensayo:



Figura 3. Análisis armónico de los primeros compases del Presto perteneciente a la sonata de iglesia op. 3, no. 11.

En el ejemplo, Corelli hace un tránsito entre los grados conjuntos del círculo de quintas. Así, tenemos un sol menor o primer grado que transita eventualmente por el quinto, el cuarto (que es a su vez la quinta inferior del primer grado), el séptimo (que es a su vez la subdominante del cuarto grado) y el tercero (a su vez subdominante del séptimo grado). De este modo, el compositor italiano contribuyó a la estandarización del círculo de quintas como guía compositiva en las generaciones venideras.



Figura 4. Grados armónicos de los primeros compases del Presto esquematizados en el círculo de quintas. Cada transición de acordes está señalada por una flecha y numeración de distinto color.

El legado de Corelli también se debe a su labor como maestro, pues tuvo bajo su cuidado la formación musical de muchos estudiantes (Baroquemusic.org), extendió su influencia a futuras generaciones de compositores. Esta reputación se debió en parte al aumento de la impresión de literatura musical antes mencionado. De hecho, entre 1681 y 1785 el op. 1 fue publicado en 35 ediciones; y hasta fines de 1800 se contabilizaron hasta 42 ediciones del op. 5. Solo Haydn sería el próximo compositor en superarlo en la cantidad de publicaciones. Asimismo, las melodías de Corelli fueron objeto de inspiración para otros grandes compositores (Sadie, 1980). Por ejemplo, J. S. Bach compuso una fuga en Si menor basada en el tema del segundo movimiento del op. 3, no. 4:



Figura 5. Primeros compases del segundo movimiento del op. 3, no. 4 de Corelli (arriba) y de la fuga para órgano sobre un tema de Corelli de Bach BWV 579 (abajo).

Inclusive podemos encontrar la influencia de Corelli en el compositor post-romántico ruso, Sergei Rachmaninoff, en sus "Variaciones Corelli" basadas en el tema de la sonata op. 5, no. 12, “la Folia”.


Figura 6. Primeros compases del primer movimiento del op. 5, no. 12, “la Folia” de Corelli (arriba) y el tema y primera variación de las “Variaciones Corelli” de Rachmaninoff (abajo).

Conclusión


A raíz de la información antes expuesta, podemos concluir que Arcángelo Corelli fue una figura clave en la historia de la música al menos por tres motivos: primero, aportó en la consolidación de géneros instrumentales, tales como las sonatas de iglesia y de cámara, pero más importante aún, en la maduración del Grosso concerto y que sería clave para el trabajo de futuros compositores barrocos, entre ellos, Antonio Vivaldi.

Segundo, este gran virtuoso del violín (acaso vigente solo hasta la aparición de Nicolo Paganini) se hizo conocido a lo largo de Europa gracias a la impresión de literatura musical. Sin embargo, su actividad como pedagogo del violín permitió que sus conocimientos técnicos e interpretativos perduren en generaciones futuras de violinistas.

Tercero, sus composiciones aterrizaron el concepto de “círculo de quintas” que a mediados del siglo XVII iniciaba una maduración conceptual. Tal y como hemos visto, Corelli empleó esta idea para dar un empuje armónico (Taruskin, Vol. II, 2010) a sus piezas, otorgando la sensación de un punto de partida en la tónica y un viaje alrededor de esta por medio de grados cercanos a la tonalidad principal. Además del mérito que se le debe por haber explorado esta reciente idea en sus obras, es oportuno resaltar que ellas presentan una gran vitalidad y energía que da la impresión de un sonido propulsado por el fervor creativo desde este genio barroco.

Referencias


Baroque composers and musicians. Recuperado de http://www.baroquemusic.org/bqxcorelli.html
Historia de la Academia de la Arcadia. Recuperado de  http://www.accademiadellarcadia.it/larcadia-tra-innovazione-e-tradizione.cfm
Sadie, S. (Ed.). (1980). The new Grove dictionary of music and musicians (2nd ed., vol. 4). G.B.: Oxford University Press.
Taruskin, R. (2010). The Oxford History of Western Music: Music in the seventeenth and eighteenth centuries (Vol. 2). USA: Oxford University Press.

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