Siempre al este - Nuestros valores musicales
Supongamos que emprendes un viaje en dirección al este. Viajar al este es importante para ti. En el camino te toparás con trechos que serán más sencillos de recorrer que otros. Tu viaje al este puede empezar con algo tan básico como posicionar tu cuerpo en esa dirección. Quizá una parte la puedas hacer a pie, mientras que otras necesitarán otros medios de transporte como buses, automóviles, aviones o barcos. En otros trechos dependerás de más esfuerzo y equipo adecuado, si es que te topas con bosques o senderos empinados. Es posible que también debas escalar montañas o bordearlas. En ocasiones, el camino será muy difícil y buscarás colaborar con otras personas que también tienen interés en viajar al este o al menos están dispuestas a darte una mano. Lo paradójico es que no importa cuánto avances hacia el este o cuánto esfuerzo y tiempo tarde, nunca llegarás al este. También es posible que las dificultades del viaje te hagan olvidar que vas hacia el este y cambies de rumbo a cualquier otra dirección, menos a la escogida. Veremos que esta metáfora nos ayudará a entender a nuestros valores como músicos.
Usamos la palabra “valor” de distintas maneras. En este contexto, un valor tiene un significado muy preciso. Un valor es una cualidad que se muestra en las acciones. Por ejemplo, uno de mis valores musicales es aprender nuevo repertorio que rete mis habilidades actuales. Cuando escojo una pieza que me cueste trabajo aprender y que demande de una práctica cuidadosa y tiempo de preparación, estaré en contacto con dicho valor. Esta es la cualidad que tiñe mi elección de repertorio.
Los valores son diferentes para cada persona porque cada individuo tiene un sistema de valores distinto; diferentes cualidades de acción que motiven a cada individuo. Lo que intrínsecamente mueve a alguien como músico, no necesariamente será compartido por otro músico.
Un
valor nunca se alcanza. No importa cuántas piezas retadoras aprenda, siempre
puedo aprender otra pieza que ponga a prueba mis habilidades actuales. Además,
un valor tiene la característica de ser libremente escogido y de proveernos de
una gran sensación de vitalidad cuando estamos en contacto con este. Es mi
elección seguir aprendiendo un repertorio retador porque intrínsecamente valoro
esta cualidad de mis acciones y siento un gran bienestar y sentido al comportarme
de acuerdo con este valor.
De
ahí que un valor no es ni una obligación ni tampoco una meta. Las obligaciones
suelen ser condicionales; son reglas que, si no se cumplen, tendrán
consecuencias negativas hacia mí. Mientras que una meta es una acción con un
resultado concreto. Son acciones medibles, concretas que tienen un principio y
fin.
Clarificar
nuestros valores nos ayudará a entender qué nos motiva musicalmente (y también
en otras esferas de nuestra vida). Este entendimiento es crucial para planificar
y ejecutar acciones que nos guíen en esa dirección escogida e intrínsecamente
valiosa para nosotros. Por el contrario, perder el rumbo de nuestros valores
puede causarnos gran sufrimiento psicológico porque perdemos de vista el propósito
de nuestra vida como músicos. Sin la claridad de los valores, es sencillo sobre
identificarnos con un ideal de yo, con eventos mentales incómodos, y actuar sin
conciencia plena. Utilicemos estos conceptos en un ejemplo concreto.
Cuando estoy alineado con el valor de aprender nuevo repertorio que rete mis habilidades actuales (querer ir al este), me sentiré más dispuesto a comportarme coherentemente. Puedo trazarme la meta de separar una mañana a buscar piezas que yo crea me cuesten trabajo de aprender. Puedo imprimir las hojas, sentarme al piano, y leerlas para evaluar su dificultad. Puede que algún día esté menos concentrado que otros, pero si recuerdo mi valor, podré tenerme más paciencia y compasión y en vez de estudiar el tiempo que me había propuesto, reducirlo un poco a fin de asegurar una concentración absoluta. Mientras estudio la pieza, me toparé con secciones más complicadas que otras y sentiré frustración. Pero aceptaré esa frustración, aunque sea desagradable, porque sé que tiene un sentido mayor. Aprender un repertorio retador también puede concretarse en tocar esta pieza para mi profesora u otros compañeros. Aunque sienta ansiedad de tocar para otras personas, entiendo que es parte del proceso de aprender un nuevo repertorio retador. Así, aunque la ansiedad se sienta desagradable, sé que estará en función de un valor importante para mí. Sin embargo, es perfectamente posible que, durante el camino, la frustración o la ansiedad sean tan altas, que me concentre en controlar estas emociones, en lugar de prestar atención al valor que me motivó a aprenderlas. Salirnos del camino que escogemos es perfectamente humano. Siempre podemos recuperar el balance y enderezar el rumbo hacia la dirección que nos es intrínsecamente importante.
Te invito a inspeccionar qué guía tu camino como músico. Aquí te dejo una lista de valores extraída de Juncos y de Paiva e Pona (p. 149, 2022):
- Ser un músico emocionalmente expresivo.
- Ejecutar una técnica adecuada.
- Practicar y estar debidamente preparado.
- Ser un líder de mi sección.
- Retarme a aprender un nuevo repertorio.
- Crecer como artista.
- Conectar con el público.
- Impactar emocionalmente al público.
- Participar en la belleza de la música.
- Creando nexos con mis colegas músicos.
- Enseñar música efectivamente, explicando y demostrando una técnica adecuada.
- Ser un intérprete audaz y atrevido.
- Dedicando mi interpretación musical a otros.
- Siendo un intérprete humilde.
- Participando plenamente en la interpretación.
Fíjate que todos los valores pueden guiar metas de infinidad de formas. Nunca será posible alcanzar o agotar ninguno de estos valores, pero siempre es posible pensar en diferentes maneras en las cuales nuestras acciones reflejen esos valores. ¡La forma que le quieras dar a tus valores en un momento dado está bajo tu control!
Quisiera terminar este texto con el poema “Ítaca” de Konstantino Cavafy. Este poema puede tomarse como una bella alegoría de lo que he presentado en este texto. Léelo teniendo en cuenta lo que has aprendido sobre valores:
Pide que el camino sea largo.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Si quieres saber más sobre mi trabajo y mis servicios de consultoría para músicos experimentando ansiedad, te invito a revisar mi sitio web: alvarochang.com.
Fuentes
Cavafy, C. P. (24 febrero, 2023). Ítaca. Recuperado de http://lassandaliasdeulises.com/camino-a-itaca-poema-kavafis/
Juncos, D. G. & de Paiva e Pona, E. (2022). ACT for musicians: A guide for using Acceptance and Commitment Training to enhance performance, overcome performance anxiety, and improve well-being. Universal Publishers.
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